25 de junio de 2012

Los refrescos no son los mayores causantes de la obesidad infantil


      El consumo de refrescos y otras bebidas endulzadas sólo es un factor de riesgo para los niños que tienen entre 6 y 11 años.
      La profesora Whiting y su equipo revelaron que mientras que muchos niños y jóvenes consumen refrescos y otras bebidas endulzadas, los que realmente tienen un mayor riesgo de volverse obesos son aquellos que además beben bebidas más saludables.
      Los investigadores concluyeron que las bebidas endulzadas son las que más se consumen durante la infancia pero no encontraron una correlación entre los patrones de consumo de éstas y el sobrepeso o la obesidad.
     El consumo excesivo de las bebidas endulzadas puede poner a algunos niños en mayor riesgo de tener sobrepeso y de  volverse obesos, sobre todo si los malos hábitos alimenticios se mantienen desde la infancia hasta la adultez.
En general no existe una relación directa entre el consumo de refrescos y otras bebidas endulzadas y el sobrepeso o la obesidad.
     Los niños que tienen entre seis y once años que han consumido sobre todo refrescos tienen un mayor riesgo de tener sobrepeso y de volverse obesos que aquellos que tienen unos patrones de consumo más moderados.


Objetivos y resultados del estudio

      Según los investigadores, el consumo de bebidas azucaradas ha aumentado significativamente en las últimas décadas coincidiendo con un incremento importante de las tasas tanto de sobrepeso como de obesidad entre la población infantil.
      Los patrones de consumo entre niños canadienses cuyas edades oscilan entre los 2 y los 18 años se establecieron a partir de un análisis grupal en el que los rasgos sociodemográficos, la etnia, los ingresos del hogar y la seguridad alimentaria variaban de manera significativa de un grupo a otro.
      Los datos de más de 10.000 niños se dividieron en grupos de diferentes edades y género antes de evaluar las preferencias de bebidas y el riesgo de la obesidad.
     Los resultados del análisis mostraron que las bebidas azucaradas se consumen en cantidades más altas de lo recomendado entre varios de los grupos de niños y adolescentes.
     El único grupo en el que se encontró una correlación entre los patrones de consumo de bebidas azucaradas y el sobrepeso o la obesidad es el de los niños de entre 6 y 11 años.

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25 de junio de 2012

Los refrescos no son los mayores causantes de la obesidad infantil


      El consumo de refrescos y otras bebidas endulzadas sólo es un factor de riesgo para los niños que tienen entre 6 y 11 años.
      La profesora Whiting y su equipo revelaron que mientras que muchos niños y jóvenes consumen refrescos y otras bebidas endulzadas, los que realmente tienen un mayor riesgo de volverse obesos son aquellos que además beben bebidas más saludables.
      Los investigadores concluyeron que las bebidas endulzadas son las que más se consumen durante la infancia pero no encontraron una correlación entre los patrones de consumo de éstas y el sobrepeso o la obesidad.
     El consumo excesivo de las bebidas endulzadas puede poner a algunos niños en mayor riesgo de tener sobrepeso y de  volverse obesos, sobre todo si los malos hábitos alimenticios se mantienen desde la infancia hasta la adultez.
En general no existe una relación directa entre el consumo de refrescos y otras bebidas endulzadas y el sobrepeso o la obesidad.
     Los niños que tienen entre seis y once años que han consumido sobre todo refrescos tienen un mayor riesgo de tener sobrepeso y de volverse obesos que aquellos que tienen unos patrones de consumo más moderados.


Objetivos y resultados del estudio

      Según los investigadores, el consumo de bebidas azucaradas ha aumentado significativamente en las últimas décadas coincidiendo con un incremento importante de las tasas tanto de sobrepeso como de obesidad entre la población infantil.
      Los patrones de consumo entre niños canadienses cuyas edades oscilan entre los 2 y los 18 años se establecieron a partir de un análisis grupal en el que los rasgos sociodemográficos, la etnia, los ingresos del hogar y la seguridad alimentaria variaban de manera significativa de un grupo a otro.
      Los datos de más de 10.000 niños se dividieron en grupos de diferentes edades y género antes de evaluar las preferencias de bebidas y el riesgo de la obesidad.
     Los resultados del análisis mostraron que las bebidas azucaradas se consumen en cantidades más altas de lo recomendado entre varios de los grupos de niños y adolescentes.
     El único grupo en el que se encontró una correlación entre los patrones de consumo de bebidas azucaradas y el sobrepeso o la obesidad es el de los niños de entre 6 y 11 años.

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