3 de mayo de 2010

El calcio, decisivo en el control del peso y la grasa corporal

       Una dieta rica en calcio puede contribuir al control del peso y de la grasa corporal. Diversos estudios muestran cómo el consumo de lácteos está inversamente asociado con el peso y la grasa corporal y analizan los mecanismos responsables del efecto, según pone de manifiesto la campaña de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL).
      Los expertos destacan que, a pesar de haberse realizado numerosos estudios, no se han explicado satisfactoriamente los mecanismos por los cuales se producía esta relación. Uno de ellos puede ser el hecho de que una ingesta alta de proteínas procedentes de los lácteos reduce el picoteo entre horas pero parece haber causas más específicas relacionadas con el calcio.

      La primera de ellas, avalada por los resultados de numerosas investigaciones, sería el hecho de que el calcio condiciona la concentración plasmática de la forma activa de la vitamina D, el calcitriol (1,25 dihidroxi colecalciferol) que modifica el contenido en calcio de los adipocitos y, como consecuencia, el metabolismo de la grasa en ellos. De acuerdo con esta teoría, una baja ingesta de calcio inhibe la lipólisis y estimula la lipogénesis (formación de depósitos de grasa).

      Una segunda causa se atribuye a que un incremento en la ingesta de calcio produce un aumento en la excreción fecal de la grasa. Por otra parte, los expertos describen una interesante relación entre el calcio y el apetito. Un mayor aporte de calcio parece relacionarse con un mejor control del apetito. Esto se debe a que el tracto gastrointestinal de los humanos posee receptores de calcio que podrían enviar señales relacionadas con la regulación del apetito.

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3 de mayo de 2010

El calcio, decisivo en el control del peso y la grasa corporal

       Una dieta rica en calcio puede contribuir al control del peso y de la grasa corporal. Diversos estudios muestran cómo el consumo de lácteos está inversamente asociado con el peso y la grasa corporal y analizan los mecanismos responsables del efecto, según pone de manifiesto la campaña de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL).
      Los expertos destacan que, a pesar de haberse realizado numerosos estudios, no se han explicado satisfactoriamente los mecanismos por los cuales se producía esta relación. Uno de ellos puede ser el hecho de que una ingesta alta de proteínas procedentes de los lácteos reduce el picoteo entre horas pero parece haber causas más específicas relacionadas con el calcio.

      La primera de ellas, avalada por los resultados de numerosas investigaciones, sería el hecho de que el calcio condiciona la concentración plasmática de la forma activa de la vitamina D, el calcitriol (1,25 dihidroxi colecalciferol) que modifica el contenido en calcio de los adipocitos y, como consecuencia, el metabolismo de la grasa en ellos. De acuerdo con esta teoría, una baja ingesta de calcio inhibe la lipólisis y estimula la lipogénesis (formación de depósitos de grasa).

      Una segunda causa se atribuye a que un incremento en la ingesta de calcio produce un aumento en la excreción fecal de la grasa. Por otra parte, los expertos describen una interesante relación entre el calcio y el apetito. Un mayor aporte de calcio parece relacionarse con un mejor control del apetito. Esto se debe a que el tracto gastrointestinal de los humanos posee receptores de calcio que podrían enviar señales relacionadas con la regulación del apetito.

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