4 de octubre de 2010

Una dieta alta en proteínas durante el desarrollo condiciona al cuerpo a reaccionar ante futuros atracones de alimentos

      Un estudio sugiere la aparición de cambios duraderos como respuesta a esas comidas con elevado nivel proteínico.

      Un estudio de la Universidad de Calgary (Canadá) que se publica en la revista "Nutrition and Metabolism" mantiene que una dieta alta en proteínas durante el desarrollo condiciona al cuerpo a reaccionar ante futuros atracones de alimentos. La investigación, realizada en ratas jóvenes, sugiere que se producen cambios duraderos como resultado de la alteración de la composición de la primera comida sólida que se consume a lo largo del desarrollo que lleva a los primeros años de la edad adulta.
       Dirigidos por Raylen Reimer, los investigadores realizaron experimentos en 18 camadas de ratas. A los animales se les asignó una de las tres dietas diseñadas: alta en fibra prebiótica, alta en proteínas y normal.   Las ratas consumieron estas dietas hasta que tenían 14 semanas, momento en el que se les cambió a una dieta alta en azúcar durante seis semanas más.


       "En general, parece que una dieta a largo plazo alta en proteínas cuando se enfrenta a un reto altamente energético tiene efectos negativos sobre la masa corporal y las hormonas y genes implicados en el metabolismo de la glucosa y los lípidos. Sin embargo, una dieta enriquecida con fibra podría proporcionar alguna protección", concluyó Reimer.

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4 de octubre de 2010

Una dieta alta en proteínas durante el desarrollo condiciona al cuerpo a reaccionar ante futuros atracones de alimentos

      Un estudio sugiere la aparición de cambios duraderos como respuesta a esas comidas con elevado nivel proteínico.

      Un estudio de la Universidad de Calgary (Canadá) que se publica en la revista "Nutrition and Metabolism" mantiene que una dieta alta en proteínas durante el desarrollo condiciona al cuerpo a reaccionar ante futuros atracones de alimentos. La investigación, realizada en ratas jóvenes, sugiere que se producen cambios duraderos como resultado de la alteración de la composición de la primera comida sólida que se consume a lo largo del desarrollo que lleva a los primeros años de la edad adulta.
       Dirigidos por Raylen Reimer, los investigadores realizaron experimentos en 18 camadas de ratas. A los animales se les asignó una de las tres dietas diseñadas: alta en fibra prebiótica, alta en proteínas y normal.   Las ratas consumieron estas dietas hasta que tenían 14 semanas, momento en el que se les cambió a una dieta alta en azúcar durante seis semanas más.


       "En general, parece que una dieta a largo plazo alta en proteínas cuando se enfrenta a un reto altamente energético tiene efectos negativos sobre la masa corporal y las hormonas y genes implicados en el metabolismo de la glucosa y los lípidos. Sin embargo, una dieta enriquecida con fibra podría proporcionar alguna protección", concluyó Reimer.

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