El pan es un alimento cardinal en los menús diarios si se atiende a la costumbre gastronómica de muchos países.
El pan con menos sal, catalogado como la principal fuente dietética de sodio en la población adulta, es un logro reciente en España pero no el único. El Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos de Valencia ha concluido un trabajo de investigación sobre nuevas formulaciones para obtener panes más nutritivos, con más fibra y una mayor biodisponibilidad de los minerales.
La investigación, publicada por la Journal of Agricultural and Food Chemistry, detalla el descubrimiento de una fórmula para elaborar panes más nutritivos. El hallazgo es una selección de cepas de "Bifidobacterium", una clase de bacterias que adicionadas a la masa de harina integral son capaces de producir fitasa, una enzima encargada de degradar los altos niveles de ácido fítico (o myo-inositol hexafosfato, InsP6).
Este compuesto es la forma primaria de almacenamiento de fósforo en las semillas de cereales y leguminosas, así como en sus productos derivados (harinas y panes integrales). El ácido fítico entorpece la biodisponibilidad, absorción y aprovechamiento orgánico de muchos minerales contenidos en las mismas.
Los resultados del ensayo constataron que la fermentación de la masa del pan con estas bacterias seleccionadas da lugar a panes con unos niveles muy inferiores de ácido fítico, en comparación con los integrales tradicionales.
La aplicación industrial de este descubrimiento, que todavía está en fase experimental, permitiría la obtención de unos panes con más fibra (más salvado), pero también con un resultado nutritivo global mayor al de los panes integrales actuales, dada la mayor biodisponibilidad de los minerales constituyentes del grano. Los resultados confirman también que la calidad tecnológica y sensorial derivada de la acción de las fitasas en este nuevo pan es similar a la del pan tradicional (control).
La corriente de salud y nutrición actual apoya el incremento en el consumo de los cereales integrales por su asociación con la prevención de diversas enfermedades, entre ellas, las del corazón y sus factores de riesgo, como la hipertensión arterial. Esto ha llevado a la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense a permitir que los alimentos que contengan al menos un 51% de granos enteros y que sean bajos en grasas totales, grasas saturadas y colesterol, puedan ir acompañados de alegaciones de propiedades saludables relativas a un menor riesgo de enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
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26 de octubre de 2009
Pan rico en fibra y minerales
El pan es un alimento cardinal en los menús diarios si se atiende a la costumbre gastronómica de muchos países.
El pan con menos sal, catalogado como la principal fuente dietética de sodio en la población adulta, es un logro reciente en España pero no el único. El Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos de Valencia ha concluido un trabajo de investigación sobre nuevas formulaciones para obtener panes más nutritivos, con más fibra y una mayor biodisponibilidad de los minerales.
La investigación, publicada por la Journal of Agricultural and Food Chemistry, detalla el descubrimiento de una fórmula para elaborar panes más nutritivos. El hallazgo es una selección de cepas de "Bifidobacterium", una clase de bacterias que adicionadas a la masa de harina integral son capaces de producir fitasa, una enzima encargada de degradar los altos niveles de ácido fítico (o myo-inositol hexafosfato, InsP6).
Este compuesto es la forma primaria de almacenamiento de fósforo en las semillas de cereales y leguminosas, así como en sus productos derivados (harinas y panes integrales). El ácido fítico entorpece la biodisponibilidad, absorción y aprovechamiento orgánico de muchos minerales contenidos en las mismas.
Los resultados del ensayo constataron que la fermentación de la masa del pan con estas bacterias seleccionadas da lugar a panes con unos niveles muy inferiores de ácido fítico, en comparación con los integrales tradicionales.
La aplicación industrial de este descubrimiento, que todavía está en fase experimental, permitiría la obtención de unos panes con más fibra (más salvado), pero también con un resultado nutritivo global mayor al de los panes integrales actuales, dada la mayor biodisponibilidad de los minerales constituyentes del grano. Los resultados confirman también que la calidad tecnológica y sensorial derivada de la acción de las fitasas en este nuevo pan es similar a la del pan tradicional (control).
La corriente de salud y nutrición actual apoya el incremento en el consumo de los cereales integrales por su asociación con la prevención de diversas enfermedades, entre ellas, las del corazón y sus factores de riesgo, como la hipertensión arterial. Esto ha llevado a la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense a permitir que los alimentos que contengan al menos un 51% de granos enteros y que sean bajos en grasas totales, grasas saturadas y colesterol, puedan ir acompañados de alegaciones de propiedades saludables relativas a un menor riesgo de enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
El pan con menos sal, catalogado como la principal fuente dietética de sodio en la población adulta, es un logro reciente en España pero no el único. El Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos de Valencia ha concluido un trabajo de investigación sobre nuevas formulaciones para obtener panes más nutritivos, con más fibra y una mayor biodisponibilidad de los minerales.
La investigación, publicada por la Journal of Agricultural and Food Chemistry, detalla el descubrimiento de una fórmula para elaborar panes más nutritivos. El hallazgo es una selección de cepas de "Bifidobacterium", una clase de bacterias que adicionadas a la masa de harina integral son capaces de producir fitasa, una enzima encargada de degradar los altos niveles de ácido fítico (o myo-inositol hexafosfato, InsP6).
Este compuesto es la forma primaria de almacenamiento de fósforo en las semillas de cereales y leguminosas, así como en sus productos derivados (harinas y panes integrales). El ácido fítico entorpece la biodisponibilidad, absorción y aprovechamiento orgánico de muchos minerales contenidos en las mismas.
Los resultados del ensayo constataron que la fermentación de la masa del pan con estas bacterias seleccionadas da lugar a panes con unos niveles muy inferiores de ácido fítico, en comparación con los integrales tradicionales.
La aplicación industrial de este descubrimiento, que todavía está en fase experimental, permitiría la obtención de unos panes con más fibra (más salvado), pero también con un resultado nutritivo global mayor al de los panes integrales actuales, dada la mayor biodisponibilidad de los minerales constituyentes del grano. Los resultados confirman también que la calidad tecnológica y sensorial derivada de la acción de las fitasas en este nuevo pan es similar a la del pan tradicional (control).
La corriente de salud y nutrición actual apoya el incremento en el consumo de los cereales integrales por su asociación con la prevención de diversas enfermedades, entre ellas, las del corazón y sus factores de riesgo, como la hipertensión arterial. Esto ha llevado a la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense a permitir que los alimentos que contengan al menos un 51% de granos enteros y que sean bajos en grasas totales, grasas saturadas y colesterol, puedan ir acompañados de alegaciones de propiedades saludables relativas a un menor riesgo de enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer.
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