Buenisima receta para introducir una de las frutas quizás menos empleadas en nuestras cocinas. Se trata de una receta bastante equilibrada, a pesar de ser un dulce, claro está, pero en el que el reducido contenido en azúcar hace que no sea excesivamente calórica.
La receta procede de un recetario de reposteria de un conventual, y como todo lo que se cocina en los conventos, esta dulce receta está hecha para reconfortar, tanto cuerpo como espíritu. Que si es verdad lo que se suele decir de “a buen alimento, mejor pensamiento”, vamos a tener muy buenos pensamientos.
-Ingredientes:
6 huevos
600 mL de leche
300 gramos de leche condensada
250 gramos de coco seco rallado
Un poco de mantequilla para untar el molde.
-Preparación:
Precalentamos el horno a 180º
En un bol grande batimos los huevos. Removiendo le añadimos la leche condensada, la leche normal y casi todo el coco rallado, reservamos un poco para espolvorearlo cuando esté terminado.
Untamos un molde con mantequilla y volcamos dentro la mezcla. Cocemos en el horno al baño de María, hasta que este cuajada.
Dejamos que se enfríe durante al menos 12 horas en el frigorífico.
Desmoldamos en frío girándolo sobre una bandeja. Espolvoreamos con el coco rallado restante. Nos debe quedar, al darle la vuelta, como un flan blanco en la parte de arriba, y el coco, al igual que una capa fina de bizcocho, al fondo.
Y aunque yo soy bastante impaciente para dejar que nada se enfríe, después de probarlo en caliente y en frió, recomiendo de verdad que tengáis paciencia, sabe muchísimo mejor.
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28 de enero de 2010
Receta de tarta de coco
Buenisima receta para introducir una de las frutas quizás menos empleadas en nuestras cocinas. Se trata de una receta bastante equilibrada, a pesar de ser un dulce, claro está, pero en el que el reducido contenido en azúcar hace que no sea excesivamente calórica.
La receta procede de un recetario de reposteria de un conventual, y como todo lo que se cocina en los conventos, esta dulce receta está hecha para reconfortar, tanto cuerpo como espíritu. Que si es verdad lo que se suele decir de “a buen alimento, mejor pensamiento”, vamos a tener muy buenos pensamientos.
-Ingredientes:
6 huevos
600 mL de leche
300 gramos de leche condensada
250 gramos de coco seco rallado
Un poco de mantequilla para untar el molde.
-Preparación:
Precalentamos el horno a 180º
En un bol grande batimos los huevos. Removiendo le añadimos la leche condensada, la leche normal y casi todo el coco rallado, reservamos un poco para espolvorearlo cuando esté terminado.
Untamos un molde con mantequilla y volcamos dentro la mezcla. Cocemos en el horno al baño de María, hasta que este cuajada.
Dejamos que se enfríe durante al menos 12 horas en el frigorífico.
Desmoldamos en frío girándolo sobre una bandeja. Espolvoreamos con el coco rallado restante. Nos debe quedar, al darle la vuelta, como un flan blanco en la parte de arriba, y el coco, al igual que una capa fina de bizcocho, al fondo.
Y aunque yo soy bastante impaciente para dejar que nada se enfríe, después de probarlo en caliente y en frió, recomiendo de verdad que tengáis paciencia, sabe muchísimo mejor.
La receta procede de un recetario de reposteria de un conventual, y como todo lo que se cocina en los conventos, esta dulce receta está hecha para reconfortar, tanto cuerpo como espíritu. Que si es verdad lo que se suele decir de “a buen alimento, mejor pensamiento”, vamos a tener muy buenos pensamientos.
-Ingredientes:
6 huevos
600 mL de leche
300 gramos de leche condensada
250 gramos de coco seco rallado
Un poco de mantequilla para untar el molde.
-Preparación:
Precalentamos el horno a 180º
En un bol grande batimos los huevos. Removiendo le añadimos la leche condensada, la leche normal y casi todo el coco rallado, reservamos un poco para espolvorearlo cuando esté terminado.
Untamos un molde con mantequilla y volcamos dentro la mezcla. Cocemos en el horno al baño de María, hasta que este cuajada.
Dejamos que se enfríe durante al menos 12 horas en el frigorífico.
Desmoldamos en frío girándolo sobre una bandeja. Espolvoreamos con el coco rallado restante. Nos debe quedar, al darle la vuelta, como un flan blanco en la parte de arriba, y el coco, al igual que una capa fina de bizcocho, al fondo.
Y aunque yo soy bastante impaciente para dejar que nada se enfríe, después de probarlo en caliente y en frió, recomiendo de verdad que tengáis paciencia, sabe muchísimo mejor.
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