Mientras la genética se revela como causa principal en el 1% de los casos de obesidad, una alimentación inadecuada y un estilo de vida poco activo resultan determinantes para ganar peso.
En un artículo publicado a la luz de estos hallazgos, Claude Bouchard, del Pennington Biomedical Research Center en Baton Rouge (Louisiana, EE.UU,), afirmó que es muy difícil explicar el importante desarrollo de la incidencia de obesidad en las últimas décadas por medio de las diferencias genéticas (polimorfismos) conocidas hasta la fecha. En su lugar, indicó que es más probable justificar la actual epidemia de obesidad en un "entorno obesogénico" que facilita una acumulación de tejido adiposo más allá de lo saludable.
Robert Kushner, miembro del consejo editorial de la American Dietetic Association, afirma que sin dejar de lado el papel de la genética, el actual estilo de vida moderno favorece sobremanera el progreso de la obesidad. Según este investigador, hay tres factores característicos que definen un "entorno obesogénico":
- Una presión constante que dificulta seguir una alimentación adecuada. Frente a la loable voluntad inicial del consumidor de realizar elecciones ajustadas a sus necesidades y equilibradas con su gasto energético, el entorno supone muchas tentaciones en forma de sobreabundancia alimentaria, alternativas para picar en todo momento, máquinas de vending, raciones desproporcionadas de alimentos energéticos, múltiples alternativas para comer fuera de casa, etc. A todo esto, además, se suma una menor tendencia por cocinar en casa. Estas cuestiones, frecuentes en el estilo de vida occidental, obstaculizan la intención de seguir una alimentación adecuada.
- La dificultad de seguir un estilo de vida activo. Son numerosos los ascensores, escaleras mecánicas, medios de transporte particulares o públicos, así como los mandos a distancia que favorecen la falta de movilidad. Lo mismo ocurre con la dependencia del teléfono, correo electrónico u ordenadores, sin obviar las posibilidades de ocio sedentario, como la televisión o las consolas de videojuegos, que suponen en su conjunto un entorno poco facilitador para la realización de actividad física y, por lo tanto, para aumentar el gasto energético.
- El poco tiempo real que se dedica a cuidar la salud. Bien sea por los compromisos laborales con agendas sobrecargadas y horarios apretados, bien por las cargas familiares y domésticas o por la escasez del tiempo libre, se invierte muy poco tiempo, menos del aconsejado, en prestar atención a las cuestiones relacionadas con la salud.
Conocer, estudiar y aprovechar las posibles influencias de un estilo de alimentación en la expresión de los genes y comprobar cómo otra forma diferente de comer puede condicionarla de distinta manera es un apasionante reto sobre el que se empieza a investigar. La epigenética estudia los cambios hereditarios de la manifestación génica no mediados por alteraciones en la secuencia del ADN. Algunos de sus avances ya se han puesto de manifiesto en modelos experimentales al comprobar que determinadas enfermedades metabólicas, como un tipo de hipercolesterolemia familiar, están influidos por la composición de la dieta.
2 comentarios:
Muy bueno, publica recetas venezolanas, un plato navideño llamado la hallaca, es muy rico
Claro que si, gracias por el apunte, lo anoto para fechas venideras
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