Cuando se trata de perder peso, el queso suele ser un alimento prohibido por su alto contenido en grasa y porque es difícil parar cuando se empieza.
Escoger quesos desnatados o ligeros te permite seguir disfrutando del sabor del queso sin renunciar a este sabroso alimento cuando tienes que perder peso
Aquí tienes una comparación de 100 g de diferentes quesos y algunas versiones ligeras:
- Queso Cheddar 50% de grasa: 397 calorías
- Queso Cheddar 20% de grasa: 190 calorías
- Queso Parmesano: 375 kcal
- Queso Gouda: 365 kcal
- Queso Azul: 355 kcal
- Queso Roquefort: 362 kcal
- Queso Cabrales: 388 kcal
- Queso Camembert 50% de grasa: 314 kcal
- Queso Camembert 30% de grasa: 216 kcal
- Queso Feta 55% de grasa: 290 kcal
- Queso Feta 40% de grasa: 221 kcal
- Queso manchego curado: 467 kcal
- Queso manchego semicurado: 391 kcal
- Queso manchego fresco: 333 kcal
- Queso de Villalón: 491 kcal
Si te fijas un poco, las versiones ligeras llegan a eliminar hasta 100 calorías. Lo mejor de todo es que los quesos ligeros son menos grasos pero tienen un buen sabor y funden bien en los platos y recetas.
Otra opción es escoger quesos frescos o sin procesar como el requesón o cottage, pues son mucho menos calóricos y aportan menos grasas que cualquier versión ligera de los quesos curados o semicurados:
- Queso Cottage: 103 kcal
- Queso fresco 20% de grasa: 110 kcal
- Queso fresco 10% de grasa: 90 kcal
- Requesón 20% de grasa: 109 kcal
- Requesón 40% de grasa 160 kcal
Así que cuando vayas a añadir queso rallado o para fundir a tus platos favoritos como pasta, arroz, ensaladas, etc., ten en mente las calorías que te puedes ahorrar escogiendo versiones ligeras y sin renunciar al sabor.
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